martes, 11 de julio de 2017

Trondheim

Llegar a Trondheim no fue tarea fácil. 
1. Cogimos un ferry de Turku a Estocolmo: diez horas.
2. Dos horas esperando en la estación de Estocolmo.
3. Casi seis horas de Estocolmo a Ostersund.
4. Tres horas en Ostersund (Suecia).
5. Dos horas de Ostersund a Storlien (Suecia). En este tramo las vistas son bonitas.
6. Dos horas y media de autobus de Storlien a Tromdhein (Noruega). En este tramo las vistas son aún más bonitas.
Total: 26 horas y mucho correr.


Llegamos a Trondheim a las 9 de la noche. Esta vez teníamos un piso en Airbnb con un señor llamado Alex Bjorn que en su foto de perfil aparecía con traje y corbata pero cuando nos abrió la puerta parecía sacado de un concierto de heavy metal. El señor Alex Bjorn nos explicó con detalle cómo funcionaba su casa, incluso qué cuchillo era para el pan o la carne. También es un hombre de mundo, y en su piso tiene colgados cuadros con infinidad de billetes de diferentes paises y está adornada con motivos africanos. Muy curioso el señor Alex Bjorn.

Casa del señor Alex Bjorn muy desordenada

A la mañana siguiente fuimos a ver la ciudad. Primero paseamos por el puerto donde había restaurantes muy chic. Después fuimos a ver el sitio donde se saca la foto de la postal de Trondheim.



Más tarde vimos la catedral.















Luego cruzamos el puente para ver el Old Town. Os aconsejo que nunca nunca os compréis un yogurt helado en Seven Eleven, ha sido una de las malas experiencias de este viaje, y encima cara. El Old Town tiene una montaña desde donde se ve toda la ciudad.



Fuimos a comer a casa porque en Noruega los precios de los restaurantes son prohibitivos. Después de comer Hannah y yo nos fuimos a dar un paseo hacia el otro lado de la ciudad. Vimos el puerto y subimos un poco por otra montaña. También me gustaría añadir que en esta época del año apenas hay noche a esta altura de los países escandinavos.


El señor Alex Bjorn nos recomendó coger el tranvía (dato: es el tranvía que esta más al norte del mundo) para darnos una vuelta por los suburbios de la ciudad, que están en la montaña. Después de hacerlo también lo recomiendo, es un recorrido muy apacible y las casas que tiene la gente son muy bonitas. El ticket para el tranvía en Trondheim se compra en las máquinas de parking que están por la ciudad, cuesta 5 euros y es válido durante una hora y media. Fuimos a comer al Burger King y en Noruega el menú mediano del crispy chicken son 12 eurazos.

Hannah mirando desde el tranvia


Nos hizo un tiempo espectacular y le pediría algún ciudadano de Trondheim que me adopte porque no me importaría vivir allí. Estoy totalmente enamorada de esta ciudad.


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