martes, 18 de julio de 2017

Preikestolen

Cambiamos ciudad por naturaleza. 
Para ir al púlpito cogimos un ferry en Stavanger y después un autobús. El ferry tarda unos 40 minutos y cuesta 56nk (6€) cada viaje y el autobús también son unos 40 minutos y el precio de ida y vuelta son 200nk (21,43€). Sí, ir a Preikestolen es bastante caro, pero merece la pena.


El autobús te deja en la falda de la montaña y hay unas instalaciones con baños públicos (gratis). No me fijé si había restaurante pero había señal de que había un camping cerca.
La subida al Preikestolen no es difícil, han construido puentes cuando había ciénagas o alrededor de la roca en partes poco accesibles. También hay escaleras de piedra, pero hay que tener cuidado dónde se pone el pie porque te puedes romper un tobillo fácilmente. Se tardan unas dos horas, siempre dependiendo de tu forma física y de que no haya mucha gente en el camino.

Escaleras

Puente de las ciénagas

Puente en la pared de la montaña
El paisaje es maravilloso durante todo el camino. 


Pero, sin duda, lo mejor está cuando llegas al Preikestolen:

Preikestolen
Y las vistas desde ahí:




Tengo que decir que en las fotos se ve bonito, pero en la realidad es mil veces mejor. Además, da mucho respeto estar subido ahí y asomarse. Había gente que se arriesgaba mucho para hacerse la foto, pero sinceramente, prefiero tener una foto menos guay y poder contar que estuve ahí.

Foto sin arriesgarse

Locos de la vida

Precipicio
Para esta foto estaba tumbada en la roca y Enrico me cogía de las piernas, daba mucho mucho miedo. 

Con el tiempo no tuvimos la suerte de que estuviese despejado y con el solazo, pero al menos no nos llovió. 

Recomiendo enormemente visitar Preikestolen, peeero es un sitio muy turístico y está lleno de gente con la que te pelearás por sacarte una foto "solo".

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